viernes, 2 de mayo de 2008

Perdónanos nuestras ofensas como así también nosotros perdonamos a los que nos ofenden


Como hacer para perdonar


Jesús nuestro Señor, en el Evangelio nos invita a PERDONAR, con su ejemplo: “mientras agonizaba colgado de la cruz, nos enseña con su oración al Padre cómo nos perdona. A los verdugos que lo torturaban y lo mataban no les reclama nada, sino que oraba así: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23, 34). ¿Qué mayor ejemplo podemos tener para nosotros perdonar a los que nos hacen daño? ¿Qué mayor seguridad podemos tener de que Dios nos perdona, aunque hayamos cometido el peor de los delitos, si perdonó así a sus propios asesinos?
No es fácil perdonar cuando nos asalta la objeción, cuando nos dejamos llevar por el resentimiento, el desquite, la venganza. Sin embargo si sentimos frecuentemente que Dios nos pide algo, entonces es porque si podemos hacerlo, él nos da la gracia para hacerlo, es él quien perdona en nosotros.
Si no fuera de esta manera no pudiéramos vivir en este mundo donde hay tanta miseria humana, es decir, la mezquindad, el egoísmo, las calumnias, los fraudes, vanidad, hipocresía, es decir las bajezas humanas. Estemos seguros de que el Señor nos perdona cuantas veces sea necesario… siempre que nos arrepintamos, leamos la parábola del siervo despiadado. Jesús dice al final de ella “Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano”. Fíjense, así como perdonemos o dejemos de personar, así nos perdonará Dios nuestras deudas con él. “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Mt. 6, 12-14).
Por lo tanto si perdonamos mucho, mucho se nos perdonará; si perdonamos siempre, siempre se nos perdonará, Pero si perdonamos poco, poco se nos perdonará, y si no perdonamos, no se nos perdonará. Entonces cómo hacerlo, pues sencillo “Pedir siempre a Dios la gracia del perdón, pensando en esa ofensa o en esa persona cada vez que rezamos esa frase del Padre Nuestro”