viernes, 25 de abril de 2008

CARTA DE JESÚS A LA IGLESIA DE EFESO

Hoy escribiré sobre las cartas de Jesús a las siete iglesias.
Creo que es necesario continuar profundizando en este tema que tocamos en el encuentro. Iniciaré con el mensaje a Efeso, para luego más adelante conversar de las otras.
Yo sé tus obras, y tu trabajo y paciencia; y que tú no puedes sufrir los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado por mi nombre, y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré presto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido…Apocalipsis Vers. 1-7:
Cuando reflexionamos y nos dijimos internamente “cómo encajo yo ahí”, se trataba de mirar el yo interior, de manera que Jesús pueda hacer su casa en nuestros corazones. En esta carta se habla del Amor, ese amor a Dios que nos llena y nos hace pleno. Entonces al preguntarnos ¿Cuándo hemos dejado ese primer amor? Será cuando nos sentimos traicionados por nuestros amigos, compañeros o hermanos. Ante esta situación se nos presentan dos caminos: “Perdonar y apoyarse en el Señor o Amargarse.
Cuando escogemos la última es cuando perdemos ese primer amor, se nos endurece el corazón, se produce una herida y nos aislamos de todo y todos y creamos una coraza para protegernos de la gente para alejarnos del dolor, sin embargo ante esto también nos estamos alejando del amor, pues resulta que esta amargura sigue creciendo en nosotros y se sigue enfriando el amor, quizás sigamos sirviendo al Señor y se vean correctas en su forma pero vacías en su interior pues carecen de amor. ¿Cuántas veces nos hemos sentido así? Y sin querer nos hemos alejado del amor de Dios, no hemos confiado en él.
Entonces ¿Qué debemos hacer y no perder el candelero? Tú ¿Qué harías, o haz comenzado a hacer?










Te escribe Jesús

Querido(a):



No, no te asustes por que te escriba esta carta.No me tengas miedo. No ha llegado tu hora. Pero me preocupa que pasa tu vida y aún no me conoces. Quiero que entres en mi amor antes de que sea ya tarde. ¿Por que no me dejas llegar a tu corazón?
Cuando te levantabas esta mañana, te miraba con ternuray esperaba que me hablaras aunque fuera unas palabras,pero estabas muy ocupado arreglándote para el trabajo y pensando en tus asuntos.Seguí esperando mientras corrías camino al trabajo.

¿No te fijaste qué esplendoroso fue el amanecer que hice para ti? ¿Es que andabas mal humorado por las demoras del tráfico?.Por eso quise alegrarte con el trinar de miles de pájaros,esperando que así vieras más allá, la grandeza de mi amor.Pero era inútil. Estabas absorto en las noticias de la radio.No te diste cuenta de nada.
Esperé pacientemente todo el día. Cuantos momentos quise tocar tu corazón. Te envié personas con sonrisas en sus labios.¿Recuerdas aquel niño tan simpático y travieso que tropezó contigo en la calle?. Lo puse en tu camino para hacerte pensar que eres tu tambiénun niño en manos de tu Padre Celestial. Pero, con todos tus planes y preocupaciones, aquello te pareció una molestia.
De regreso a casa vi tu cansancio y quise refrescarte un poco con una suave brisa. Mas tarde apagué el resplandor del cielo creando un maravillosoespectáculo de colores celestes. Aquella puesta de sol era para ti. Pensé que te recordaría cuanto te quiero...
Deseaba tanto que me hablaras... aún quedaba tiempo. Pero encendiste el televisor... así que espere pacientementemientras pasabas de programa en programa tratando de relajartey pasar el tiempo.
Al cenar pensé que recordarías que todo procede de mi amor
por ti, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo.
En la noche no te dejé a oscuras, sino que hice salir una hermosaluna y millares de estrellas, pero no levantaste la cabeza.
A la hora de dormir acompañé tu sueño con las suaves melodías de mis animales nocturnos, pero no te diste cuenta de que siempre estoy a tu lado. TE AMO tanto que espero todos los días por una oración tuya. ¿Cuándo será que te des cuenta? Será algún paisaje hermoso, una mano amiga, o quizás una enfermedad o alguna desgracia que te haga pensar en mi amor que nunca falla...
Bueno, te estas levantando de nuevo, y otra vez esperaré a que
me dediques un poco de tiempo para que conozcas mi corazón
lleno de amor por ti.
Si supieras cuánto te amo y cuánto deseo tu amor....

Tu amigo, Jesús.